Doña Dolores, es una madre de familia, originaria del municipio y departamento de Quiché, que desde el año pasado participa en el proyecto “Empoderar a las mujeres campesinas Mayas K’iches desde el ejercicio y promoción de sus derechos humanos y la construcción de relaciones equitativas de género en el municipio de Santa Cruz del Quiché, Guatemala”. Que se está ejecutando por medio de la socia local Prodessa. Este proyecto, es financiado por Educo y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo AACID.

El objetivo principal del proyecto es contribuir a la erradicación de la pobreza y el empoderamiento de las mujeres desde el ejercicio y promoción del derecho a la alimentación, educación y participación. Donde, doña Dolores ha sido capacitada en la preparación y el mantenimiento de huertos agroecológicos, además de ello, se les dotó de semillas y herramientas para para el establecimiento del huerto.

Al igual que otras mujeres participantes del proyecto, doña Dolores ahora produce parte de sus alimentos en su huerto, gracias a eso, hoy puede alimentar a su familia con productos frescos y sanos como lechuga, rábano, hierba blanca, entre otras hortalizas que le ayudan a tener acceso a una dieta balanceada, así como un apoyo a su economía familiar.

Los huertos familiares mejoran la capacidad de los pequeños agricultores y de las comunidades a enfrentar los problemas interrelacionados de seguridad alimentaria, nutrición, salud y seguridad económica. (fao.org)

Doña Dolores comenta; “Un huerto nos ayuda a tener alimentos, principalmente en esta época de la enfermedad (Covid-19), en cualquier momento podemos ir a cosechar alimentos para comer, ahora que no podemos ir al pueblo a comprar” dice doña Dolores, al referiste de los beneficios que ella valora al disponer de un huerto familiar, porque desde marzo comenzaron restricciones de movilidad y, la comercialización de productos en los mercados del país se ha visto afectado.

Ahora, la familia de doña Dolores, principalmente sus dos hijos la ayudan al mantenimiento de su huerto, ella dice “Mis hijos me ayudan a hacer los tablones, a cuidar para que no entren los pollos a molestar la siembra, también me ayudan a regar las plantas y aplicarle insecticidas orgánicos para que los insectos y demás plagas no se lo coman”. Así es como la familia se involucra a proteger la producción.

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Además del mantenimiento, el proyecto también ha contemplado capacitación sobre la preparación de alimentos que se obtiene de la producción en los huertos, para eso, Dolores dice disfrutar con sus hijos, recetas simples pero que tienen un alto valor nutritivo “Con el rábano preparo ensalada, le hecho tomate y limón. Con la acelga preparamos la sopa y con la hierba blanca y el brócoli hacemos caldo y le echamos huevo como complemento”.

Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de diversificación de la producción, lo cual consiste en dar seguimiento a las especies de frutales para el fortalecimiento de los huertos agroecológicos de las familias participantes. Así, también puedan disponer de una variedad de frutas para el consumo o para el comercio.

Además, se están realizando acciones para darle seguimiento a la diversificación de la producción, esto es a través de la dotación de insumos que fortalece el acceso y la disponibilidad de alimentos para las familias.

Los huertos han ayudado en esta época de crisis porque han apoyado en la alimentación de las familias como la de doña Dolores. A la vez, se contribuye con la seguridad alimentaria en el acceso a la alimentación para la familias y para el bienestar de las niñas y niños.

“Al tener nuestro huerto, en cualquier rato podemos ir a cosechar alimentos para comer” Doña Dolores.