En Guatemala, hay factores que limitan la participación de las juventudes y que no favorecen su desarrollo integral. Los principales problemas son el acceso a oportunidades de formación de liderazgo, derechos humanos e incidencia política en territorios prioritarios; además de la ausencia de organizaciones fortalecidas para apoyarles; así como el poco acceso a programas que mejoren los medios de vida para este grupo.
Pero hay otro aspecto que se debe considerar, que es tener mecanismos de comunicación efectiva y de espacios de diálogo entre la juventud, sociedad civil y entidades del Estado. Esto significa preparar a los chicos y chicas en estrategias de comunicación asertiva que les permita incidir y construir desde sus experiencias y prioridades.
Empoderamiento y asertividad
Adamari es una joven maya k’iche’ originaria de Totonicapán, que asiste regularmente a la iglesia para participar con más jóvenes, donde charlan y comparten experiencias. Una de las preguntas recurrentes para Adamari es ¿por qué siempre estás alegre? Ella responde que ha aprendido a tener actitudes positivas, lo que ayuda a tener relaciones constructivas.
Para Adamari ha sido importante conocer las emociones y aprenderlas a manejar, lo que le permite tener un mejor relacionamiento con los demás, “antes no podía entender mis actitudes”, cuenta, pero los procesos de formación para jóvenes en los que participa le han aportado conocimientos para entender lo que siente y la forma en la que se proyecta ante los demás.
Estas formaciones son parte del proyecto «Juventudes empoderadas para ejercer sus derechos» que Educo implementa en los municipios de Totonicapán y Huehuetenango. A través de tales formaciones buscamos fortalecer sus habilidades de comunicación para que puedan compartir sus ideas y propuestas en espacios de incidencia comunitaria.
Para el éxito de este proyecto hemos encontrado grandes aliados en autoridades municipales que comparten la misión de promover la participación de la niñez, como la Coordinadora Municipal de la Niñez y Juventud en Momostenango, a cargo de Mercedes Son. Para ella es importante realizar constantes actividades que permitan el desenvolvimiento y la confianza de interactuar con los demás, “queremos que los jóvenes pierdan el miedo, que participen y se involucren en actividades”.
Mercedes afirma que se debe desarrollar la conciencia, que sepan que hay oportunidades para mejorar las condiciones de vida y que pueden ser parte de grupos que les abra las puertas a oportunidades en sus comunidades.
El proyecto se enfoca en 240 hombres y mujeres, entre 14 y 31 años, además de 27 líderes comunitarios y de instituciones que contribuyan a fortalecer el liderazgo juvenil y les permita desarrollarse de manera integral.
Buscamos involucrarlos en espacios de participación donde puedan desarrollar sus capacidades y descubrir sus talentos, desde un enfoque de igualdad entre hombres y mujeres, desde su cosmovisión cultural.
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