Según el PNUD, dentro de los indicadores sociales, la población de los municipios de la región Ixil del departamento de Quiché, viven en una situación de incumplimiento de sus derechos económicos, sociales y culturales; siendo particularmente severa la situación de las mujeres.

Catarina López, es una mujer que ha superado toda clase de desafíos para sacar adelante a su familia y ha encontrado en la agroecología una forma de vida que antes no valoraba debido a diferentes factores que discriminaba las propias formas de alimentación de los pueblos.

“Antes me daba pena decir que mi dieta era a base de hierbas, pensaba que no me aportaba nutrientes” comenta doña Catarina, sentada entre una variedad de hortalizas que tiene sembrado en su parcela, se puede apreciar matas de perejil, fresas, caña de azúcar, chile, entre otros. Que, para ella, consumir del campo era motivo de discriminación. Después de varios años de formación, de participar en organizaciones y fortalecer sus conocimientos en proyectos como el que Educo y Fundebase ejecutan en la región con el financiamiento de la Unión Europea, ahora ella dice “Ahora hasta me enorgullece comer lo que produzco en mi parcela”.

En la época del conflicto armado interno en Guatemala, doña Catrina fue exiliada a otro lugar, estuvo viviendo lejos de su tierra natal, perdiendo todas sus pertenencias, su casa y sus tierras. Posterior a la firma de los Acuerdos de Paz, ella tuvo la oportunidad de regresar al pueblo que la vio crecer, aunque no lo hizo en la misma comunidad.

Tiempo después de su regreso, ella se integró a una organización que por medio de la implementación de un programa que exportaba arveja y para ese entonces tuvo que arrendar terreno para cultivar, por suerte dicha actividad le ayudó a generar ingresos económicos, poco a poco fue adquiriendo terreno propio.

Luego de un tiempo, doña Catarina y su esposo analizaron la posibilidad de producir para ellos, “Será que siempre vamos a estar así, mandando lejos lo que producimos, talvez sea tiempo de producir para nosotros y venderlo acá” pensó, idea que echaron a andar, paulatinamente fueron metiendo algunas especies dentro de lo que sembraba, así fue acercándose a organizaciones que le brindaron formación, resultado de ello, conoció a Fundebase y posteriormente a Educo.

En las formaciones que ha recibido del proyecto, ella junto a otras mujeres, aprendió a diversificar su terreno, “He aprendido técnicas sobre el manejo de suelos, por ejemplo: las curvas a nivel, también a elaborar abono orgánico, y algunas prácticas sobre el manejo de animales” indica. Así fue fortaleciendo sus conocimientos, hace mucho tiempo que ya no trabaja para exportar lo que produce en su parcela, ahora la destina para su consumo familiar y otra parte la vende en los mercados locales y en el día de plaza principal del pueblo.

Junto a otras mujeres productoras de hortalizas de la comunidad, comenzaron a ir al mercado de Nebaj, donde se encuentra la plaza más grande de la región para ofrecer su producción. Al principio fue difícil porque nadie las conocía en el pueblo y no tenían un puesto asignado en la plaza, frecuentemente las movían de los puestos de venta.

Al darse cuenta de la dificultad que representaba no contar con un espacio fijo, junto a sus compañeras productoras se organizaron para solicitar un espacio en los días de plaza, esfuerzo que lograron con éxito. Poco a poco se dieron a conocer en la plaza y sus clientes las comenzaron a buscar porque su producción tuvo buena aceptación, principalmente porque la variedad de hortalizas está producida agroecológicamente, “yo vendo todo lo que me llevo al mercado cada día de plaza y no regreso con ninguna mercadería” agrega sonriente doña Catarina.

En cada día de mercado, doña Catarina comenta que vende un aproximado de Q300.00, dinero que lo destina para comprar otras cosas que ella no produce, otra parte la invierte para diversificar su siembra en la parcela y un porcentaje es para ella, “con la ganancia a veces compro hilo que utilizo para elaborar un güipil y todavía me alcanza para un ahorrito por si llegara a necesitar algo para atender mi salud o alguna otra emergencia” comenta. Además, siempre le queda algo para comprar sal, jabón y carne para variar la alimentación de la familia.

FOTO: Doña Catarina junto a mujeres productoras, descansando en la parcela.

Entre otros aspectos que doña Catarina valora es el conocimiento adquirido respecto al derecho a la alimentación, al derecho de la mujer a la tenencia y producción de la tierra y otros aspectos que se promueven en las actividades de formación que impulsa el proyecto ejecutado en conjunto entre Educo y Fundebase.

Actualmente doña Catarina cuenta con 15 cuerdas de terreno, donde ha diversificado todo tipo hortalizas, plantas medicinales, frutales y maíz, su deseo es seguir diversificando, aunque para ella, el espacio con el que cuenta no es suficiente.

“Me gustaría seguir ampliando mis conocimientos, aprender más sobre la transformación de plantas, por ejemplo: para la elaboración de shampoo y otros productos derivados de la caña de azúcar” agrega doña Catarina.

FOTO: Producción de chile, en la parcela de doña Catarina.

El proyecto “Reivindicación y posicionamiento político-económico para la defensa, promoción y ejercicio del Derecho a la alimentación desde la Soberanía y Seguridad Alimentaria en familias Ixiles del departamento de Quiché, Guatemala”, que ejecutamos de manera conjunta Educo y Fundebase con el financiamiento de la Unión Europea, centra su intervención en 13 comunidades de los municipios de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul; de la región Ixil del departamento de Quiché.