Fotografía: Juanita

Un día después de la aparición del primer caso de Coronavirus en el país, los maestros nos informaron a través de las redes sociales que ya no debíamos asistir a las clases normales, a partir de esa fecha he estado con mi familia. Y es así como me las he arreglado para no perder mis clases.

Cuando informaron sobre el primer caso de coronavirus en Guatemala, me sentí muy mal, porque desde ese momento, las cosas no han vuelto a ser igual en mi familia y en mis estudios. Por las disposiciones del gobierno, mi papá ya no ha podido ir a trabajar, hasta el momento le ha sido difícil proveer a la casa, antes de la enfermedad él trabajaba como piloto de transporte extraurbano.

Algunas semanas antes, yo ya me había enterado de la enfermedad, por medio de las noticias que se publicaba de otros países en las redes sociales, también los maestros nos mantenían informado en el colegio, principalmente sobre las normas sanitarias que debemos tomar en cuenta, pero no imaginé lo que estaba por venir y cómo llegaba a cambiar nuestras vidas.

En cuanto a mis estudios, desde mi casa estoy haciendo las tareas que los maestros me envían por internet. Me está costando un poco, al igual que mis compañeros con quienes nos comunicamos por medio del celular. Ahora, las tareas nos las envían por medio de correo electrónico y por ese mismo medio tenemos que enviarles también, pero hemos encontrado ciertas dificultades, a veces los maestros dicen que no reciben los archivos que nosotros les enviamos, posiblemente la información rebota o algo parecido, aunque para eso nos dieron posibilidad de entregarlas al momento de regresar nuevamente a clases. Hace dos semanas que nos enviaron la primera parte de las tareas y en estos días ya nos estarán enviando más.

Estudiar en casa ha sido bonito porque comparto más tiempo con mi familia, pero también me ha traído ciertas desventajas, por ejemplo: cuando me surgen dudas o no comprendo lo que el maestro pide en las tareas, no puedo preguntarle en ese mismo momento como lo haría estando en el salón de clases, eso hace que me sienta insegura de enviar mis tareas, sin saber si lo estoy haciendo bien o mal.

Hay un curso que me está costando un poco más que el resto, es contabilidad, no es lo mismo que yo busque información por el internet para una mejor comprensión, siento que así no logro resolver mis dudas, eso me preocupa. Aunque los catedráticos hacen su mayor esfuerzo de referirnos bibliografía o imágenes que nos ayudan a comprender mejor.

Adquirir datos de internet ha sido otra dificultad, existen muchas restricciones por parte de las autoridades y es que realizar una recarga solo se puede hacer en el pueblo, porque aquí en la aldea donde vivo se han agotado las recargas telefónicas, tanto para llamadas como para comprar paquetes de internet. Por eso, al inicio de la cuarentena, decidimos con mi papá comprar algunos materiales que me sirven para mis tareas, al final, fue una buena decisión porque las librerías cerraron. Mis padres pudieron hacer eso porque soy beneficiaria de las “Becas Ella”, que Educo Guatemala nos brinda, por medio de la Asociación Verde y Azul, que para mí ha sido una bendición; sin ese apoyo, quizá no estuviera en un colegio donde estoy inscrita, porque representaría un costo muy alto para mis padres y sobre todo en este tiempo. Es lo que me tiene motivada.

Mis hermanos cursan nivel primaria y ellos están al tanto del programa del Ministerio de Educación #AprendoEnCasa, se trata de lecciones que se transmiten por un canal de televisión, para eso, mis hermanitos tienen que ir a la casa de una de mis tías para ver las clases, porque nosotros no contamos con televisor, al igual que muchos niños de mi aldea.

Fotografía: Juanita

Mi mamá ha sido de mucho apoyo para nosotros en este tiempo, a pesar de que ella no sabe leer y no entiende lo que nos enseñan en la escuela, pero siempre nos dice “hace mucha falta que no asistan en la escuela, yo sé que no es igual que cuando están con sus maestros, pero mientras tanto pónganse metas de hacer sus tareas, aprovechen para leer sus libros, aunque yo no entienda lo que están haciendo, pero les voy a preguntar sobre lo que comprendieron, solo así no van a olvidarse de lo que han aprendido y no les va a costar el día que vuelvan a la escuela”, hasta nos preparó una mesita que hoy utilizamos para leer y hacer las tareas, ella siempre está al pendiente de nuestro bienestar.

Y a mí, por ser la mayor de los hermanos que está estudiando, siempre me repite “cuando te mandan las tareas, debes hacerlas para que no pierdas, lee porque es importante, yo lucho con ustedes, miren mi situación, yo no puedo hablar español y no puedo leer y no quiero que ustedes pasen por lo mismo”, mi mamá nos anima porque ella quiere el bien para nosotros, para que en un futuro cercano tengamos una vida digna.

Con todo esto, mi gran deseo es que esta crisis se acabe pronto, es lo que todos queremos y cuando eso pase, lo primero que haré es agradecerle a Dios, disfrutar la vida y aprovechar cada momento con las personas que me rodean, porque mañana no sabemos que vendrá.

Fotografía: Juanita

Por ahora, debemos cuidarnos, atender las recomendaciones para no enfermarnos, así saldremos pronto de esta situación.