La familia desempeña un papel elemental en la formación y bienestar de los niños, niñas y adolescentes, principalmente en este tiempo de confinamiento, donde los padres juegan un rol importante, a ellos se les atribuye el cuidado y la protección de los hijos e hijas.

En la semana del Día Mundial de las Madres y los Padres, reconocemos la gran labor que realizan las madres y los padres en medio de esta pandemia por Covid-19, donde se han encontrado frente a un reto mayor, el cuidado de los niños y las niñas que ahora no asisten a la escuela y, al mismo tiempo, continuar con sus responsabilidades laborales.

En este artículo, dos de nuestros especialistas de Educo Guatemala, comparten algunas ideas que complementan el buen desempeño de los padres en la formación y bienestar de las niñas, niños y adolescentes durante la situación que estamos viviendo, a causa de la pandemia.

Mario López, Responsable de Derechos de la Niñez de Educo Guatemala, indica que, para los niños y niñas en este tiempo, permanecer mucho tiempo en casa, puede ser ventajoso, porque están más tiempo con sus padres, tienen más tiempo para jugar, pueden colaborar con las tareas del hogar y, sobre todo, la seguridad que sienten de estar protegidos. Sin embargo, esto también puede representar ciertas desventajas, tales como: el aburrimiento, desesperación, al no tener con quien jugar y no tener horarios que permita ordenar su tiempo.

Por eso, los padres deben conocer las emociones de los niños y niñas. Mario López considera que “Toda madre o padre de familia, por naturaleza busca la protección de su hija o hijo, por lo tanto, sugiere enseñarles a los hijos a manejar y expresar sus emociones, que hablen sobre cómo se sienten y por qué se sienten así; evitar hablar de castigos sino, centrarse en el término consecuencia, por ejemplo, si hace un berrinche, eso generará una consecuencia, no un castigo”.

El rendimiento académico, frente al cuidado y la tranquilidad emocional

En estos tiempos, es importante el cuidado y tranquilidad emocional del niño y la niña; el rendimiento académico dependerá de su estado emocional “Una niña o niño emocionalmente bien, se caracteriza por ser alegre, optimista, creativo, soñador, seguro de sí mismo y le gusta aprender, por lo que en este tiempo hay que enseñarles a ser responsables y ayudarles en su aprendizaje (tareas escolares), pero priorice su salud emocional y mental” indica Mario López.

La falta de contacto con amigos de la escuela y con el mundo exterior

Al no ir a la escuela, los niños, niñas y adolescentes ya no tiene contacto con sus pares, tal como lo hacían antes, en los salones de clases, en las calles del barrio o en los campos verdes de las áreas rurales, por eso, se recomiendan actividades que los padres pueden realizar con sus hijos e hijas, juegos dirigidos entre papás e hijos, por ejemplo: buscarles pasatiempos (rompecabezas, adivinanzas, juegos de mesa entre otros), la lectura por placer, leer con ellos, contarles cuentos e historias de la familia, al niño o niña le gusta mucho escuchar, sugiere Mario.

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Angelita Ramos, Técnica del Proyecto “Miles de Manos para la Prevención”, que Educo Guatemala ejecuta con padres, madres, escuelas y autoridades comunitarias de los municipio de Chichicastenango y Santa Cruz del Quiché, también coincide que, para contrarrestar los efectos de la falta de contacto con los amigos o compañeros de escuela, hay que mantenerlos ocupados, jugar con ellos, involucrarlos en las actividades del hogar, implementar la lectura de cuentos animados, entre otras actividades que fortalecen el estado emocional de los niños y niñas en casa.

El papel de los padres en la gestión de conflictos entre hermanos

Debido al contexto de muchos niños y niñas, que deben pasar la cuarentena en espacios pequeños, las condiciones en la mayoría de las veces, no es el adecuado, por lo que podría generar peleas entre hermanos y los padres son quienes salen al rescate para gestionarlo adecuadamente. Nuestros especialistas comparten algunas ideas que pueden ser útiles en estos momentos de conflictos.

  • Crear en conjunto con los niños, niñas y adolescentes, normas de convivencia en casa.
  • Asignar un tiempo diario donde puedan dialogar y con palabras sencillas y claras, cuenten todos los miembros de la familia como han pasado el día.
  • Explicarles a las niñas y niños que todo acto o acción tienen consecuencias buenas o malas.
  • Promover con el ejemplo el respeto y el buen trato entre todos y para todos.
  • Acercarse con ellos y mantener buena comunicación.
  • Apoyarse con los miembros de la familia, promoviendo el diálogo.
  • Que existan acuerdos y compromisos (tareas definidas, tiempos de juego, responsabilidades construidas conjuntamente).
  • Sobre todo, brindar apoyo emocional en todo momento.

Finalmente, quienes suelen estar siempre al rescate de los niños y niñas en casa, son las madres y los padres, porque para los hijos e hijas, son modelo para seguir. Además, son los primeros maestros que tienen el gran compromiso en la formación de seres humanos felices, en un ambiente de bienestar y una vida digna.