Mi nombre es Elvira, soy docente de la Escuela de la comunidad Panajxit I de Santa Cruz del Quiché. Por muchos años anhelamos un laboratorio de computación para nuestros estudiantes. Cuando Educo y Funsepa nos informaron que nuestra escuela sería beneficiada con un laboratorio de computación, el entusiasmo fue tan grande que comenzamos a organizarlo todo para que pronto fuera realidad. Lamentablemente llegó la pandemia, los estudiantes ya no llegaron porque la escuela cerró, pero cada vez que teníamos que ir al establecimiento para la entrega de alimentos a las familias, nos sentíamos felices porque aprovechamos esos espacios para trabajar lo del laboratorio de computación para nuestra escuela.

Seguidamente, fuimos contactados por Funsepa para iniciar las capacitaciones a distancia, ese fue un gran reto para todos, yo me daba cuenta que para algunos compañeros se les hacía difícil porque nunca habían tocado una computadora antes, pero en las asesorías virtuales resolvían sus dudas y yo procuraba apoyarles a distancia también.

Fueron cinco semanas enriquecedoras de trabajo, yo había aprendido hacer mis cosas al ensayo y error, y en esta ocasión fue la primera vez que alguien me estaba enseñando a utilizar office de la forma correcta, de una manera sencilla, utilizando las herramientas para aplicarlas con mis estudiantes, fue lo que más me gustó.

Desarrollé mi proyecto a distancia, los padres recibían instrucciones para las tareas de sus hijos cuando llegaban al establecimiento por la alimentación escolar. Para mí fue fundamental llevar a la práctica al mismo tiempo, vi cómo mejoraron mis estudiantes a pesar de que no tuvimos oportunidad de tenerlos en el salón.

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El proceso presencial fue diferente a lo virtual, que se desarrolló una semana después de haber recibido el laboratorio, estábamos tan felices de ver que ya era una realidad. Iniciamos a practicar el cuidado y mantenimiento del equipo, mi conclusión es que, si queremos que nos tarde mucho tiempo el equipo de computación, debemos aprender a cuidarlo. Luego iniciamos a trabajar el plan de sostenibilidad, dentro de ello priorizamos la obtención de cobertores para proteger las máquinas. También con el personal docente ya nos hemos organizado en grupos para limpiar constantemente el quipo y establecer las reglas de nuestro laboratorio para cuando los niños lleguen.

La aplicación Ka-Lite fue innovador, con ello creamos usuarios para los alumnos y practicamos la mayor cantidad de ejercicios que pudimos para conocer la plataforma, ahora estamos a la espera de nuestros estudiantes para poner en práctica todo lo aprendido.

El establecimiento de Elvira fue una de las escuelas beneficiadas con el proyecto “Aprendiendo a través de la tecnología” ejecutado por la alianza Educo y Funsepa en cinco centros educativos de cuatro municipios del departamento de Quiché (Chiché, San Pedro Jocopilas, Chichicastenango y Santa Cruz del Quiché).

Con este proyecto se benefició una población estudiantil de mil 254 niñas y niños comprendidos en las edades de seis a catorce años, con acceso a tecnología, y a 55 maestros de educación primaria oficial con acceso a capacitación; utilizando la tecnología como herramienta pedagógica de apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, para elevar la calidad de la educación de niñas y niños de las escuelas intervenidas; especialmente en las áreas de matemáticas y comprensión lectora.