Mi nombre es Rosalina, fui becada de la Fundación Educo. Haber obtenido un título del nivel medio me ha permitido acceder a un empleo, con ello he logrado que mis condiciones de vida poco a poco van mejorando, y entre otras cosas, contaré por qué valió la pena haber estudiado.

El programa de becas contribuyó a mi superación personal y profesional, con ello pude alcanzar una meta que tenía que lo creí imposible, porque no contaba con las posibilidades económicas para seguir estudiando, pero con el apoyo de la fundación Educo, pude obtener el título de Perito Contador; sin ese apoyo no lo hubiera logrado.

Ahora que tengo un empleo, me ayuda económicamente, poco a poco las cosas están cambiando para bien en mi vida y también para mi familia. Por ejemplo, antes no teníamos acceso a energía eléctrica porque no podíamos pagarla, ahora sí. Contar con un trabajo también me permite comprar lo que necesito y ayudar a mi familia.

De las dificultades que encontré durante mi época estudiantil, a parte de la pobreza, fue luchar contra la presión social, recuerdo que había vecinos que le decían a mi mamá “a las niñas no hay que darles estudio, porque al final ellas se van a casar, tendrán hijos y de todas formas van a conseguir un marido que las mantenga, es mejor darles estudio a los varones”. Afortunadamente mi mamá me decía que todos tenemos derecho a estudiar, porque para una mujer puede ser difícil conseguir trabajo si no tiene un título en la mano.

Ahora me doy cuenta que en estos días es muy difícil conseguir trabajo y para poder competir en el mundo laboral, es indispensable tener por lo menos un título del nivel medio, de lo contrario uno se queda sin trabajo y para una mujer puede resultar difícil.

También pienso que, si una mujer decide casarse, también lo puede hacer, pero primero debe graduarse de alguna carrera, de esa manera, junto a su pareja podrían aportar en los gastos de la casa, tener varios proyectos y demostrar que todos somos iguales, todos tenemos los mismos derechos y oportunidades para salir adelante en la vida.

Lamentablemente en la comunidad veo a muchas chicas de mi edad que no pudieron estudiar, se casaron pronto y ahora ya tienen hijos, pienso que ellas no tienen las mismas oportunidades que veo para mí; también hay otras chicas que no tuvieron éxito en una relación con su pareja y en estos tiempos les está costando salir adelante.

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Por eso, yo aconsejo a los padres que ya es tiempo de que cambien de mentalidad, todos somos seres humanos, también tenemos los mismos derechos porque algún día sus hijas necesitarán un empleo para mejorar sus condiciones de vida y sobre todo, entender que no todas las niñas se tienen que casar a temprana edad.

Y ahora digo ¡valió la pena haber estudiado!, porque si no lo hubiera hecho, ahora no tendría un empleo que me brinda beneficios económicos y crecimiento profesional. Mi siguiente meta es graduarme en la universidad, quiero estudiar la carrera de auditoría porque es lo que a mí me gusta y además, con el trabajo que tengo me permite continuar con mi formación académica.

Rosalina es ex becada de Educo, a pesar de las dificultades logró graduarse del nivel medio y gracias a ello, pudo acceder a un empleo que le permite seguir soñando y forjando un futuro digno. Actualmente ella se desempeña en el área contable de un reconocido restaurante en Santa Cruz.

Te imaginas ¿Cómo sería la vida de Rosalina si no hubiera tenido la oportunidad de estudiar? Lamentablemente aún hay muchas niñas que no tienen acceso a la educación por varios factores, entre las más fuertes se encuentran la pobreza y las desigualdades de género.

Con tu donación podemos lograr que más niñas continúen sus estudios ¿Te unes a nuestra causa?

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